“En la próxima guerra el uniforme será el color de la piel”.
George Lincoln Rockwell.
Para la mayor parte de los lectores de fuera de los Estados Unidos, la figura de Lincoln Rockwell es desconocida, su pensamiento y obras son un enigma.

De no ser por los nuevos medios tecnológicos como Internet o la televisión por satélite, nada sabríamos de esta figura fundamental de la política norteamericana de la segunda mitad del siglo XX y cuyo legado se proyecta en el siglo XXI, creciendo día a día para pesadilla de sus mortales asesinos.
Este desconocimiento es resultado de la feroz campaña desinformativa de los medios de comunicación, controlados por sus enemigos. ¿Por qué? Sencillamente porque era peligroso para aquellos que lo asesinaron en 1967. Primero, el silencio, y si no es posible, la calumnia. Con Rockwell sólo vale lo primero.

A lo largo de este artículo vamos a ofrecer la verdadera historia de este mártir nacionalsocialista.
Si podemos destacar una característica fundamental es su extraordinario valor personal: sabemos que se presentó en un mitin programado en el Central Park de Jew York, aun cuando le estaba esperando una muchedumbre de miles de judíos enfurecidos. De pronto, cuando todo el mundo daba por supuesto que no se presentaría, se abrió camino uniformado y con la esvástica en el brazo, rodeado de las masas histéricas blandiendo palos y piedras.

Lincoln Rockwell forma parte también de un hecho insólito en el universo de “extrema derecha” mundial. Recogió el testigo de su padre espiritual el filósofo Francis Parker Yockey y lo entregó al Doctor William Pierce, líder de la “National Alliance”. Esa continuidad de personalidades de primera categoría no tiene paralelismo en ningún país.
Fundó el Partido Nazi Americano en 1959, se presentó a las elecciones a Gobernador de Virginia en 1965, planeaba ser presidente en 1972 (a los 54). Héroe de guerra.
Autor de un libro tan esencial como “White Power”, y otro como “This time the world”, que hoy se pueden encontrar en Internet (en inglés) y de numerosos artículos. En el encabezamiento hemos elegido una frase de su llamada “Profecía”.
La figura de Rockwell es de una importancia capital para comprender el cambio experimentado en los Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial: gran admirador de Hitler, y fiel seguidor de su axioma sobre la inmutabilidad de los principios y la adaptación de las tácticas a las circunstancias, pero también porque con él se aunaron dos tendencias dentro de las fuerzas radicales: el cristianismo extremista y el nacionalsocialismo.
White Power.
Se enfrentó decididamente a la política gubernamental de los derechos civiles para los negros. En la imagen se le puede ver enfrentándose al líder comunista negro Martin Luther King. 

Su figura era muy incómoda y empezaba a ser conocido en todos los Estados Unidos. Su reformulación del racismo blanco como orgullo y espíritu combativo supuso un cambio importante en el racismo “sociológico” de amplios sectores norteamericanos.
Identidad Cristiana.

En 1964 se reunió con Wesley Swift, líder de la Iglesia de la Identidad Cristiana. En 1965 designó a Ralph Forbes como el primer pastor de la Iglesia de la Identidad (claramente ya cristiana y nacionalsocialista). Forbes era el jefe de la Sección Oeste del Partido Nazi Americano.
World Union of National Socialist (WUNS)

En 1963, WUNS tenía secciones en Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Chile, Argentina, Uruguay, Suecia, Islandia y Japón.
Hoy día, el WUNS continúa su actividad bajo la dirección de Matt Koehl con el nombre de “The New Order”.
Revisionismo del Holocausto.
Rockwell sabía que el llamado Holocausto era el principal impedimento para el resurgimiento del Nacional Socialismo. Y se dedicó a decir en público, en los años 60, que el Holocausto judío nunca existió. Él había luchado en la Segunda Guerra Mundial como buen patriota norteamericano y no le perdonó nunca a su gobierno el que lo engañara para destruir la Alemania nacionalsocialista.
* * *

Lo que intentaron matar fue la visión global que fue logrando Rockwell con el paso de los años: un movimiento capaz de aglutinar a millones de personas, utilizando a un tiempo el extremismo más radical y técnicas de captación de masas. Su “osadía” de anunciar su candidatura a las presidenciales de 1972, selló su suerte.
Parece que su legado lo ha recogido hoy el Doctor William Pierce, aportando su fuerte personalidad al movimiento. Le dedicaremos el siguiente artículo de esta serie: “Odio en los Estados Unidos. Hacia la segunda Guerra Civil americana.”
IMÁGENES DIVERSAS DE ROCKWELL:




Nenhum comentário:
Postar um comentário